Una escapada por Marrakech: colores, aromas y atardeceres a ritmo de time lapse
- Miguel Angel del Valle
- 9 mar 2019
- 10 Min. de lectura
Viajar a Marrakech

REQUISITOS DE ENTRADA
Como el resto de los ciudadanos de la Unión Europea, solo tienes que tener el pasaporte en regla con una validez de tres meses a partir de la fecha de entrada. No es necesario visado y puedes permanecer en el país durante noventa días.

SANIDAD
Aunque no es obligatoria ninguna vacuna para viajar a Marrakech, la OMS recomienda estar vacunado contra la difteria, tétano, sarampión, paperas, rubeola y polio, y sobre todo, contra la hepatitis A y B, la fiebre tifoidea y la rabia. Para más información, visita la web del Ministerio de Sanidad.
No olvides llevar contigo un botiquín básico con analgésicos, antihistamínicos, laxantes, antidiarréicos, antiinflamatorios, pomada antibacteriana, protectores estomacales, materiales de cura y crema solar. Para evitar problemas, BEBE AGUA EMBOTELLADA es primordial y fíjate bien en el aspecto de la comida que compres en los puestos de la calle.
SEGURIDAD
Marruecos está considerado uno de los países africanos más seguros y viajar a Marrakech no supone ningún problema si se observan las normas de precaución básicas: estar siempre pendiente de los objetos personales, evitar malentendidos con la población…
El único peligro real que hay, son las motos y carros que te encuentres por el camino.
IDIOMA
El idioma oficial es el árabe, concretamente el dialecto del árabe marroquí. Al ser una ciudad muy turística podrás comunicarte sin apenas problemas en francés, inglés y en español ya que muchos vendedores lo chapurrean que da gusto. Para romper el hielo con los locales y de paso aumentar tu cultura viajera, no nada mejor que aprender algunas expresiones como:
Hola: Ahalan/As-Salam Aleikom . Adiós: Ma’a ssalama.
Sí: Naam. No: Lá. De acuerdo: Muwáfiq.
Por favor: Min fadlik. Gracias: Shukran. Perdón: Ismahlí.
¿Cuánto cuesta? Kam/Chhal. No entiendo: Lá afhham.
Me llamo: Smiy-ti. ¿Dónde está…? Feen kayn…?
Cerveza: Birra. Vino: Khamr. Pescado: Hut. Pollo: Farooj. Carne: Lehem. Ternera: Baqree. Sopa: Shorba.
MONEDA, TARJETAS DE CRÉDITO Y PROPINAS
La moneda marroquí es el dirham. Hay billetes de 20, 50, 100 y 200 dirhams. Las monedas son de 1, 2, 5 y 10 dirhams. A fecha de hoy, 1 € equivale a 10.83 MAD.

Lo ideal es cambiar algo de dinero en el mismo aeropuerto para poder desplazarte al centro de la ciudad. Una vez allí muchos viajeros recomiendan la casa de cambio del Hôtel Ali (Rue Moulay Ismaïl). No tiene pérdida, está en la misma medina, justo antes de llegar a la plaza Yamaa el-Fna. Trata de hacerte con billetes de 20 MAD, son los más prácticos.
Respecto a las tarjetas de crédito, MasterCard y Visa son las más aceptadas. ¿Propinas? No estás obligado a darlas pero, créeme, te facilitarán mucho la vida. Hay que tener en cuenta que en Marruecos los salarios son muy bajos así que trata de redondear la carrera del taxi, no te olvides de los camareros y deja un 10% de la cuenta en los restaurantes si el servicio lo merece.
ELECTRICIDAD
La corriente es de 220 voltios y los enchufes son iguales que en España.
Un fin de semana entre jardines, zocos, palacios, ....

Aunque Marrakech es conocida como la Ciudad Roja, lo cierto es que es una ciudad de más de mil colores, de mil aromas, de mil contrastes.
En el momento en que traspasamos cualquiera de las puertas de la muralla que rodea la Medina, nos adentramos en un laberinto de callejuelas entre las que se intercalan plazas, mercados, mezquitas y palacios.
¿El mejor consejo a la hora de visitar la capital marroquí? Es déjate llevar, por sus calles, camina sin prisa, detente en los detalles que creas curiosos, prueba la comida local y descubre la historia de esta ciudad, que esconde en cada una de sus esquinas.

DÓNDE DORMIR
A la hora de elegir alojamiento, Marrakech ofrece un sin fin de propuestas, desde pequeños riads escondidos en el corazón de la Medina hasta modernos hoteles en Gueliz, la 'ciudad nueva'.

Si lo que buscas es tranquilidad, nada como dormir en un pequeño riad como Le Medina Privilege (en la kasbah marroquí, justo a el está el Palacio Real, donde te darán la bienvenida con un delicioso té y una habitación salpicada de pétalos de rosa), Farhan y Alwachma (ambos en la Medina).


Si lo que quieres es disfrutar de una experiencia única, tu hotel es La Mamounia, un palacio que combina la arquitectura arábigo-andaluza con el estilo Art Déco.
Por La Mamounia han pasado personalidades que van desde Churchill y el general De Gaulle hasta Yves Saint Laurent, Elton John y Paul McArtney, pasando por Chaplin, Edith Piaf y Marlène Dietrich.

VIERNES TARDE

18h Si tuviésemos que quedarnos con un lugar de Marrakech, aunque suene a tópico, ese sería sin duda la Plaza Jemma el Fna, una de las más frecuentadas de África y posiblemente de todo el mundo.
Sube a una de sus terrazas para contemplar cómo transcurre la vida mientras el sol se pone tras la Mezquita Kutubia.

Turistas y locales se mueven a ritmo de time lapse cruzando la plaza en todas las direcciones y sorteando puestos de comida, encantadores de serpientes, bicicletas e incluso el set de rodaje de una película.
La terraza panorámica de La Place es una de las que mejores vistas ofrece junto con la del Café de France, Taj'in Darna, Le grand balcon du café glacier y Aqua.
20h Para cenar, Le Salama es el restaurante ideal para disfrutar de la cocina marroquí en un ambiente que te hará sentir Ilsa en Casablanca.

Sube a terminar la velada a su sky bar con un cóctel y una sisha. Seguro que no puedes evitar unirte a la danza oriental de sus bailarinas.
SÁBADO
10h La mañana del sábado la dedicaremos a conocer algunos de los rincones históricos más importantes de la ciudad. En primer lugar, las Tumbas Saadíes, situadas junto a la mezquita Moulay El Yazid. Se trata de uno de los pocos vestigios de la dinastía Saadian y una de las joyas de la ciudad.
El mausoleo principal cuenta con tres salas, siendo la más famosa la Sala de las Doce Columnas, que alberga la tumba del sultán Ahmad al-Mansur y sus herederos. Las columnas de mármol blanco están coronadas con una gran cúpula que es imposible dejar de contemplar.
Mires donde mires, la sensación es la de estar hipnotizado ante tanta belleza: los cielorrasos tallados en madera de cedro, los azulejos esmaltados de las paredes, los frisos con inscripciones del Corán, estucos de nido de abeja…
Las Tumbas Saadíes están abiertas de lunes a domingo de 9 a 17h y el precio de la entrada es de 70 dirhams para adultos que equivale a 7 euros, los niños menores de 2 años 30 dirhams que viene a ser 3 euros
Para conocer más sobre las Tumbas Saadiens: https://www.tombeaux-saadiens.com/es/

Después nos dirigimos ahora al Palacio El Badi, cuyo nombre significa “Palacio de lo incomparable”. Se trata de un conjunto arquitectónico de finales del siglo XVI construido por el sultán saadí Ahmed al-Mansur Dhahbi para conmemorar la victoria en la batalla de los Tres Reyes.
Lo que se puede visitar en la actualidad es una gran extensión de jardines amurallados rodeados de pabellones y una terraza desde la que observar la ciudad. Abierto de 9 a 17h. Entrada: 2 euros.
A la hora de comer a las 14 h. No muy lejos del Palacio El Badi está la Place des Ferblantiers (Plaza de los Hojalateros) donde encontramos Le Tanjia, un acogedor restaurante donde degustar algunos de los platos típicos marroquíes.
Cada uno de sus tres pisos está decorado al más puro estilo oriental, con fuentes en cada una de las estancias, pero te recomendamos que subas a su terraza con vistas a la Medina.
¿Qué pedir? El plato tradicional de Marrakech, la tanjia. Se trata de una receta a base de carne sazonada y almacenada en una olla de barro de nombre homónimo. La tanija se cocina durante horas en los hornos de los hammans locales.
Después de comer sobre las 16h. , nos iremos caminando hasta llegar al Palacio de la Bahía, situado a pocos pasos de la Place des Ferblantiers. Se trata de una de las obras maestras de la arquitectura marroquí, construido a finales del siglo XIX por encargo de Ahmed ben Moussa, visir del sultán Abdelaziz.
El palacio, cuyo nombre significa ocupa nada menos que ocho hectáreas, tardó seis años en construirse y en él trabajaron algunos de los artesanos más importantes del país.
El gran Patio de Honor, cubierto de mármol y mosaicos es uno de los atractivos más fotografiados del palacio. Se puede visitar de lunes a domingo de 9 a 17h por el módico precio de 1 euro.

Ya entrada la tarde sobre las 18h. nos dedicaremos a callejear por las laberínticas calles del zoco y practicar el ancestral arte del regateo.

El zoco de Marrakech, que en realidad es un conjunto de muchos zocos, se encuentra situado entre la Plaza de Jemaa El Fna y la Mezquita y Madraza de Ben Joussef.
Puedes comenzar tu aventura perdiéndote por el zocodesde el norte de la Plaza de Jemaa el Fna e ir explorando los distintos puestos de ropa, comida, babuchas, lámparas, bolsos, decoración de todo tipo, instrumentos musicales, alfombras, etc.

Primero atravesaremos una zona bastante turística donde las tiendas de babuchas se alternan con puestos de souvenirs donde hacer alguna compra de recuerdos de última hora como un imán de una puerta, una figurita de madera en forma de camello o un llavero con la mano de Fátima.
Una vez pasado este tramo, habremos llegado al verdadero corazón del zoco de la Ciudad Roja. Es imposible visitar todos, pero para elegir puedes tener en cuenta qué se vende en cada uno de los zocos, ya que están agrupados por gremios.
Aunque no vayas a comprar nada, una parada obligatoria es el zoco de los tintoreros (Sebbaghine), donde pasear y curiosear entre tejidos de todos los colores, colgados en los talleres que todavía practican el proceso de teñido tradicional.

En el zoco Rahba Kedima, situado en la plaza de la que recibe su nombre y que significa plaza de las especias, podemos adquirir dulces y productos de alimentación así como especias, ungüentos, jabones, khol, etc.
Si te gusta el olor a cuero tienes que ir al zoco de las pieles (Btana) es el mercado donde se venden pieles para trabajar (cabra, vaca, oveja…). Zrabia agrupa los puestos de alfombras, Siyyaghin es el zoco de las joyas, al que siguen las Alcaicerías (destinada a la venta de ropa).
El zoco Smata o zoco de las babuchas está a pocos pasos de la famosa escuela corácnica Madraza Ben Youssef. Aunque hay tiendas de babuchas repartidas por toda la medina, verlas agrupadas una tras otra con cientos de pares uno tras otro es un verdadero espectáculo.
Fíjate bien si se trata de babuchas para caminar por la calle o para estar en casa. El precio variará mucho dependiendo de si están pegadas o cosidas, toma como referencia unos 8 o 9 euros.
En Kimakhin encontrarás instrumentos musicales, Chouari alberga la zona de cestería y si lo que buscas son objetos de cobre y latón debes dirigirte a Nahhasin y Addadine. Si las compras te han dejado agotado, nada como volver a la Plaza Rahba Kedima y tomar un té en la terraza del Café des Épices.

Llega la noche sobre las 20h. y para la cena de hoy, les hemos reservado uno de los restaurantes más bonitos y clásico de la ciudad: Le Morocain, el restaurante marroquí de La Mamounia.
Una cena a la luz de las velas con el murmullo del agua de fondo y el sonido de instrumentos tradicionales como el laúd. Si se trata de una zona romántica, puedes decantarte por uno de sus espacios privados.
Muchos de los ingredientes provienen directamente del huerto del hotel. Aquí el chef Rachid Agouray reinventa la cocina marroquí sin perder un ápice de sabor ni de tradición.
Acertarás con cualquiera de los cous cous de la carta al igual que con la pastilla, un hojaldre relleno que se sirve como entrante (y que contiene carne de pollo o paloma, vegetales y especias).
Como platos principales, el cordero asado y la dorada son algunas de sus especialidades. No te pierdas tampoco los postres firmados por Pierre Hermé, cuya tienda puedes visitar también en el hotel y llevarte una de sus dulces joyas –de hecho los pasteles están dispuestos en vitrinas como si de diamantes se tratase–.
Riega todo con un vino marroquí. No has probado nada parecido.
Para comer en el Restaurante La Mamounia le consejo que reserve con bastante antelación sino te han esperar una cola innecesaria quedandote un tiempo a esperar en la puerta en la que nadie te atenderá como no sea en la recepción del Hotel La Mamounia dentro del resort https://www.mamounia.com/es/restaurantes-marrakech/restaurantes.html
Pero sino te quieres gastar una gran cantidad de dinero les aconsejo que compren por los puestecitos de comida ambulante no te arrepentirás, ¡lo hacen al momento, delante de ti!, esta comida merece la pena ya que la comida que se prepara es tradicional. ¡Como si fuese de casa! ideal para presupuestos un poco ajustados.

Puede ser que tengas que esperar, pero verdaderamente inexistente, te atendrán al momento.
DOMINGO
Bien temprano y después del día de ayer, sobre las 10h. de la mañana nos desplazaremos hasta Gueliz, conocida como la ciudad nueva, por su estilo moderno y joven, para visitar el Jardín Majorelle y el Museo de Yves Saint Laurent.
El artista francés Jacques Majorelle hizó construir en 1924 este hermoso espacio botánico y creó el color azul Majorelle. El jardín se abrió al público en 1947 y después cayó en abandono hasta que en 1980 Yves Saint Laurent y Pierre Bergé fundaron la 'Association pour la Sauvegarde et le Rayonnement du Jardin Majorelle' y restauraron por completo el complejo incorporando nuevas especies de plantas.
Pasear pos sus caminos rodeados de cactus, buganvillas, palmeras, nenúfares, bambús, jazmines, yucas; disfrutar de sus fuentes y arroyos, descubrir los pájaros que allí habitan y conocer el Museo de Arte Islámico de Marrakech es todo lo que puedes hacer sin salir de Le Jardin Majorelle.
En estos caminos te perderás fácilmente por tanta riqueza en fauna y flora, es todo un placer adentrarte en toda una aventura natural.
Al final de la Rue Yves Saint Laurent encontramos el museo dedicado al célebre couturier. El edificio, de 4.000 metros cuadrados, alberga una exposición permanente dedicada al legado de Yves Saint Laurent, todo pensado para aquellos amantes a la moda ¡Toda una Fashionvictim! .
También alberga una biblioteca con más de 5.000 volúmenes, un auditorio, una librería y una cafetería con una acogedora terraza que constituye un verdadero oasis digno del propio Yves.

Y ya que estamos en Gueliz, podemos continuar comiendo comida típica del recetario marroquí, pero si estás un poco cansado de las especialidades existentes en el recetario marroquí, vamos a destacar La Trattoria, posiblemente el mejor restaurante italiano de Marrakech uno de los pocos que te hacen una pasta tan perfecta que te transportan a la propia Italia eso si quieres comer en este restaurante de lujo.
Una villa de los años 30 en la que el estilo marroquí se mezcla con el art decó en torno a una piscina rodeada de plantas que forman un verdadero jardín del Edén en mitad de la zona moderna.
En la mesa se respeta la tradición italiana ofreciendo deliciosas pastas y risottos. No dejes de probar la especialidad de la casa: gambas al limoncello.
Y PARA UN FIN DE SEMANA LARGO O UN PUENTE…
Si has aprovechado para visitar Marrakech durante un puente, has venido para una semana, te proponemos algunas actividades para exprimir la Ciudad Roja al máximo.


Excursión en globo: la mayoría de alojamientos ofrecen esta excursión, con empresas como Ciel d’Afrique o Marrakech by Air. Tras un trayecto de unos 40 minutos llegarás al aeródromo donde se servirá un té marroquí mientras ves la preparación del globo.
El ascenso se realiza antes del amanecer, para ver como el sol aparece poco a poco sobre las montañas del Atlas. Al finalizar el vuelo podrás disfrutar de un auténtico desayuno bereber.

Los Jardines de la Menara: son otra agradable visita si tienes tiempo de sobra. La mejor hora para visitarlos es al atardecer, cuando el sol cae sobre su gran estanque.


Un hamman: si lo que quieres es relajarte al más puro estilo marroquí, déjate mimar en uno de los muchos hammanes que hay repartidos por la ciudad. No nos vamos a andar con rodeados Marrakech está llena de lugares relajantes. Te vamos a recomendar el mejor si te quieres dedicar a practicar el turismo de salud: el spa de La Mamounia.
¡Una forma diez de finalizar un viaje diez!

FUENTES:
https://www.objetivoviajar.com/guia-practica-y-consejos-para-viajar-a-marrakech
https://www.traveler.es/viajes-urbanos/articulos/escapada-fin-de-semana-marrakech-que-hacer-que-ver-donde-comer/14644
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